La historia de Jacklon inicia en el 1930, con la primera producción y distribución personalmente de sales de baño. Inició la actividad Santo Giacalone, pariente mayor de la familia. La Sas S. Giacalone, como se llamaba entonces, se convirtió en punto de referencia para los productos de baño vendidos por droguería y farmacias.
Los años 50 se caracterizaron por los nuevos consumos de masa, que se desarrollaron en simbiosis con el nacimiento de las primeras cadenas de supermercados: abrieron las puertas Esselunga y Upim, con la cual Jacklon colaboró desde los inicios, consolidándose con líneas de productos que llegaban a las casas de millones de italianos. Calidad a precios accesibles y optimización de la Gran Distribución decretaron el éxito definitivo de la empresa, con productos de marca propia y concedidos a las marcas principales del sector.
En el fin de los años 50 entró en juego la segunda generación de Giacalone, que favoreció el crecimiento y el desarrollo de la actividad. Sas S. Giacalone pasó a ser Jacklon y amplió notablemente su estructura. La nueva marca barqueó la compañía hacia el naciente mercado de la Grande Distribución, con las primeras sociedades en territorio nacional. Jacklon cambió sede y construyó su nueva nave de producción y almacenamiento. Había empezado la era del boom.
Conquistada Italia, la frontera se desplazó hacia mercados internacionales. Los años 60 y 70 vieron a Jacklon llegar a Estados Unidos, con líneas de producto pensadas especialmente por el público americano. Exportadora del Made in Italy, la compañía propuso jabones, geles de baño y ducha, champús, sales que se convirtieron en el símbolo del cuidado de la persona y del estilo italiano, con un embalaje exclusivo y confecciones realizadas por diseñadores de prestigio.
Los últimos veinte años del siglo XX marcan un giro a Jacklon: la tercera generación de Giacalone, Annalisa y Riccardo, concentró aún más la atención sobre la calidad y la sostenibilidad de su producción. Los frascos abandonaron las líneas de diseño para privilegiar la transparencia: el contenido de la confección es visible por todos y lo demuestra la estabilidad de las fórmulas de los jabones y de los champús, que no cambian consistencia, color y no dejan sedimentos con el paso del tiempo. En el mismo periodo es introducido el plástico PET, entonces de vanguardia para la conservación estable de los productos.
La contemporaneidad ve a Jacklon en primera línea en el respeto del ambiente y de la persona, con las certificaciones de calidad y los controles en todas las fases de la hilera que favorecen la protección del territorio, de la producción y del consumidor. La empresa ha recibido las certificaciones ISO y GMP pero no deja de evolucionar. Entre las marcas que suministra productos de marca fantasía o etiqueta privada, además de distribuir las de marca Jacklon, están los líderes de la Gran distribución. El nuevo desafío es una vuelta en gran estilo al mercado internacional, llevando la calidad y la atención al detalle del Made in Italy allende el confín.
En el 2024 como en los años 60: una historia italiana de éxito y progreso.